sábado, 19 de enero de 2013

Páginas malditas - Capítulo 1.4-Opes, est potentia

Diego de la Vega estaba en la cama, empapado de sudor gimiendo sin cesar.
Levaba dos días dormido y los posaderos ya no sabían qué hacer.
María que hacemos?-pregunto el posadero preocupado-
No lo sé, no podemos dejarlo así más tiempo, y si se muere? tendríamos que llamar a un médico-dijo María-
Pero ya está anocheciendo, esperamos esta noche y si mañana sigue igual iré a por un médico.
Déjale el paño con agua en la frente y volvamos a la cama, ya no podemos hacer más –dijo el posadero mientras se llevaba a su mujer para descansar después de unos duros días cuidando a Diego-
Los posaderos le ordenaron un poco la habitación, plegando la ropa y dejando el libro en una mesita cerca de la ventana. Esta noche era algo especial, no era tan oscura ya que la luna llena no permitía que la oscuridad de la noche dominase el paisaje.

No dejaba de correr, pero fuese en la dirección que fuese volvía a llegar a esa maldita casa, con ese aterrador rostro apareciendo intermitentemente por la ventana.
Me desesperé tanto que me tire en la nieve. La tortura era insoportable y prefería morir congelado antes que volverme loco.
La nieve se amoldó con gusto a la forma de mi cuerpo, calando en las botas, pantalones y chaqueta.
Estoy dejando de sentir mis brazos y piernas y tengo mucho sueño, espero que esto quiera decir que ya me queda poco-me dije seguro de lo que hacía-
Mientras me dormía la dichosa frase no dejaba de darme vueltas por la cabeza.
Por la noche no hay luz que gane a la oscuridad en los caminos dominados por él.

La luz de la luna llena entró en la habitación y acarició el libro aparentemente sin contenido.
Los dueños de la posada ya no estaban allí y de la Vega seguía sin sentido en la cama por lo que no hubo ningún testigo para lo que ocurrió en esa habitación.

El libro se abrió y empezaron a pasar todas las páginas a gran velocidad, como si una ráfaga de viento las empujase una a una.

Si alguien hubiese estado en la habitación hubiese apreciado unas frases con letras doradas.
En cuestión de segundos el libro se cerró.


2 comentarios:

  1. Tensión tensión, ¡que alguien queme ese maldito libro! jeje

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  2. Tienes ganas de saber el papel que tendrá ese libro eeh! pronto habrá pistas :)

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